BENEFICIOS DE LA
LUZ SOLAR
La exposición regular al sol tiene efectos muy
positivos para el organismo, gracias a la longitud de onda de la luz
ultravioleta que tiene efectos genocidas, combate con éxito y eficacia los
gérmenes, ácaros, hongos bacterias y virus. La luz solar, gracias a su potente
efecto estimulante del sistema inmunológico, es uno de los principales
inhibidores de enfermedades.
Desgraciadamente desde hace pocas décadas se ha
extendido la idea de que la luz solar es mala para la salud, esta idea
fomentada por la medicina convencional, sobre todo por los especialistas
de cáncer y especialmente, como no, por los fabricantes de crema de
protección solar. Éstos que no dan realmente argumentos válidos ya que no existe
ni una sola prueba científica que demuestra que la luz solar tomada con
moderación produzca cáncer. Todo lo contrario la vitamina D que se genera a
tomar el sol incrementa la inmunidad y evita que se produzcan tumores, además
de combatir todo tipo de enfermedades.
Lo que pocos saben es que por desgracia el espectro
ultravioleta de la luz solar, es el que se elimina de manera más fácil por
medio de los cristales de las ventanas, por la gafas de sol, por la ropa y
sobre todo por las lociones. Anteriormente a 1930 que no existían los
antibióticos, la comunidad científica y médica, al menos en Europa, sabían
apreciar el poder curativo del sol, ya que la terapia basada en tomar el sol,
la llamada helioterapia, se consideraba uno de las herramientas más eficaces
contra las enfermedades infecciosas.
Ciertos estudios han revelado que los pacientes
expuestos a radiación solar de forma controlada reducen su presión arterial
además de sus niveles de colesterol en sangre, permiten que el azúcar sea
metabolizada con mayor eficacia en personas diabéticas y que se eleven los
niveles de glóbulos blancos que permiten combatir mejor las enfermedades.
El médico y escritor Auguste Rollier fue uno de los
más famosos médicos que utilizó la helioterapia, empezó en su clínica de Leysin
en Suiza en 1903 y a los pocos años dirigía más de 36 clínicas, muchas de ellas
situadas a más de 1500 m sobre nivel del mar, una altitud que permitía que sus
pacientes recibirán una cantidad de rayos UV mucho mayor. Utilizó esta terapia
para tratar enfermedades como la tuberculosis el raquitismo, la viruela, el
lupus etc.
Rollier había seguido los pasos del médico danés Niels
Finsen que ganó el Premio Nobel en 1903 por el tratamiento de la tuberculosis
con luz ultravioleta. Rollier descubrió que los baños solares a primera hora de
la mañana junto con una dieta nutritiva aportaban los mejores resultados.
La sorprendente cura de tuberculosis y de otras enfermedades que consiguieron
estos médicos ocuparon los titulares de los periódicos de la época.
En el año 1933 se había comprobado que la luz solar y
sus tratamientos constituían una terapia ideal para más de 165 enfermedades
diferentes. Sin embargo en 1954, tras la muerte de Rollier y el creciente poder
de la industria farmacéutica, el uso de la helioterapia empezó a caer en
picado. En la década de 1960, los fármacos milagrosos creados por el hombre,
sustituyeron a la fascinación médica por los poderes curativos del sol, y la
década de 1980 se comenzó a bombardear cada vez más a la población con las advertencias
de que los baños de sol conllevaban un enorme riesgo de contraer cáncer de
piel.
Beneficios de la luz ultravioleta, entre otros:
·
Mejora los resultados
de los electrocardiogramas
·
Reduce la presión
arterial y el pulso cardíaco en reposo
·
Mejora el rendimiento
del corazón cuando es preciso
·
Reduce el colesterol
si conviene
·
Incrementa las
reservas de glucógeno en el hígado
·
Equilibra el nivel de
azúcar en sangre
·
Aumenta la energía, la
resistencia y la fuerza muscular
·
Mejora la resistencia
del organismo frente a las infecciones debidas al aumento del índice de
linfocitos y fagocitos
·
Aumenta la capacidad
de transporte de oxígeno de la sangre
·
Incrementa las
hormonas sexuales
·
Aumenta la tolerancia
al estrés y reduce la depresión.
Según un estudio
publicado en la revista cáncer en marzo 2002 una exposición insuficiente a la
reducción ultravioleta puede constituir un factor de riesgo en Europa
occidental y Norteamérica. El estudio mostró al menos 13 tipos de tumores
relacionados con la falta de luz solar, la mayoría del aparato reproductor y
digestivo, por importancia: el cáncer de mama, de colon y de ovarios seguida de
tumores de vejiga, útero, esófago, recto y estómago además se sabe que previene
la esclerosis múltiple las cardiopatías gastritis y la diabetes.
Además se sabe que estas terapias tienen junto a una
buena nutrición basada en frutas y verduras en abundancia, con baja proteína
animal y la práctica de deporte de forma saludable, los complementos ideales
para mantenerse sano y en forma durante muchos años.
Ángel Salazar Magaña (angelsalamag@gmail.com)
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