Descubierto el fraude con el fármaco antidepresivo
paroxetina que incita al suicidio
Por Miguel Jara
Era un secreto a voces pues desde hace años se sabe que los fármacos antidepresivos pueden incitar al suicido en
quienes los consumen. Ahora un análisis del ensayo clínico en el que se basó el
fabricante, GlaxoSmithKline (GSK), para
justificar la receta de paroxetina (Paxil, Seroxat) a niños y jóvenes, revela
que es inefectivo y además puede conducir a la muerte.
Los laboratorios farmacéuticos NO publican TODOS los
datos obtenidos en los ensayos clínicos que
realizan para comprobar la eficacia y seguridad de sus
medicamentos. Sólo difunden lo que les interesa desde el punto de
vista comercial.
Aunque esto suponga un fraude científico y
engañar a las autoridades de control de fármacos (cuyo trabajo queda en
entredicho) y aunque todo ello sea un engaño a la población, que usa esos
tratamientos pensando que van a mejorar su salud y
aunque sean tan nocivos que pueden conducirles
a la muerte.
El trabajo por el que ahora conocemos lo que ya había indicios de que ocurría se ha publicado en el British Medical Journal (BMJ).
Es una revisión que han hecho varios científicos independientes del trabajo que en 2001
publicó el Journal of the
American Academy of Child & Adolescent Psychiatry. El
estudio, financiado por la farmacéutica, concluyó que los fármacos antidepresivos
paroxetina e imipramina eran eficaces.
Andrew Witty, máximo
responsable de GlaxoSmithkline.
Gracias a que la publicación inglesaRestauración de Ensayos
invisibles y Abandonados (RIAT) ha conseguido datos
confidenciales se ha podido terminar de destapar el fraude.
Éste deja entrever la enorme corrupción que rodea a la
medicina hoy. La ciencia está siendo pervertida por los
intereses económicos desde su base, la investigación (hasta 22 “investigadores”
partiicparon en el trabajo de GSK).
Las publicaciones científicas, ese journalde psiquiatría que
publicó el ensayo aún no se ha retractado, sobredimensionan estas
manipulaciones de trágicas consecuencias.
Las asociaciones de profesionales sanitarios las alientan al recomendar
esos tratamientos. Martin Keller, el
catedrático de Psiquiatría que firmó como autor principal el texto del que
parte el fraude, ha recibido durante años ingresos millonarios de
compañías farmacéuticas “que se cree influyeron en los
resultados de sus estudios clínicos con medicamentos tales como Paxil”.
¿Y en qué lugar quedan las agencias de medicamentos?
Ellas son las encargadas de revisar la documentación presuntamente científica
que les ofrecen los laboratorios para la aprobación de sus fármacos. Ahora
comprobamos los resultados de que dichas agencias tengan como principal cliente
a esos mismos laboratorios. Están cooptadas y
comparten los mismos intereses. Bajan el nivel de exigencia a los fabricantes y no contrastan los datos de estos con
fuentes independientes.
El fraude de los antidepresivos para
adolescentes es un engaño mortal. Hace tiempo que incluso los
“padres” de la llamadaMedicina Basada en la Evidencia advierten
de la corrupción de la
misma por los grandes laboratorios.
Estos usan ese concepto para hacermarketing de
sus produtos. Vaya, que como se demuestra ahora, la única intención de hacer
ensayos clínicos con Paxil era tener esos trabajos para justificar la aprobación
del medicamento y su venta. Pura pseudociencia y pseudomedicina. Que además mata, insisto.
No son casos aislados. En 2012, GSK llegó a un acuerdo por la promoción
fuera de etiqueta dePaxil, Wellbutrin, y
Avandia y por reclamos relacionados con la seguridad de los
medicamentos de 3.000 millones.
Los fármacos protagonistas de esta historia no son los únicos que se venden
con paroxetina. LaAgencia de Medicamentos de Estados Unidos,
conocida como FDA, aprobó la paroxetina
para los sofocos menopausia. En concreto, el fármaco
aprobado se llama Brisdelle, un antidepresivo
que comparte principio activo con Paxil. El
riesgo de suicidio lo advierten en la caja de píldoras, eso sí.
El “manual” de la farmacéutica GlaxoSmithKline para
ocultar suicidios por antidepresivos
Por Miguel Jara
El de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK)
con su medicamento antidepresivo paroxetina(Seroxat, Paxil)
puede que sea el ensayo clínico más perverso de la historia de la medicina.
Como hemos contado, GSK ocultó datos sobre el
número de suicidios en el grupo del ensayo que recibió la paroxetina.
En un principio, el laboratorio publicó que cinco personas habían cometido
suicidio o conductas peligrosas para su vida.
GSK le dijo a la agencia estadounidense de
medicamentos, la FDA, que no había diferencia estadísticamente
significativa con respecto a lo registrado en el grupo del ensayo que recibió un placebo (sustancia inerte, sin efecto en la
salud).
Con posterioridad, el fabricante del antidepresivo admitió que en total
diez de los 93 pacientes que tomaban Paxil se
suicidaron o lo intentaron, mientras que en el grupo de 87 personas que tomaban
placebo hubo un episodio de suicidio.
Pero la empresa no sólo ocultó el número de muertes y
graves daños provocados por su fármaco sino que además intentó
disimular lo que eran suicidios haciéndolos pasar por “labilidad emocional” (emotional lability en el
original).
Un adolescente se tomó 80 pastillas de Tylenol (un
medicamento para “dormir bien”): labilidad emocional. Otro se cortó tres veces
en respuesta a las voces que oía: labilidad emocional. Menudo manual sobre cómo ocultar
los intentos de suicidio.
Fijaos cómo define la Wikipedia el concepto de labilidad
emocional:
La labilidad emocional
es un conjunto de alteraciones en la manifestación de la afectividad (llantos,
risas inapropiadas o, en general, respuestas emocionales desproporcionadas como
reacción a la afectación física) y que en ningún caso significa que exista un
auténtico problema psiquiátrico”.
¿Y qué hacían entonces esos chavales en un ensayo clínico si no tenían un auténtico problema psiquiátrico? El asunto
de la labilidad ha llegado hasta la ficha técnica del fármaco de
la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios(AEMPS).
También el suicidio…
En la información publicada por British
Medical Journal ahora pueden verse unas tablas en las que según sea
la fuente de información (laboratorio, FDA o RIAT, los científicos
independientes que han documentado el fraude) van aumentando los suicidios
declarados.
A mí la jugada de la labilidad emocional me parece un intento de GSK de echarle la culpa al enfermo para salvar a su
medicamento. Si es que la culpa la tienes tú.
Quién te manda deprimirte, prestar tu cuerpo a la ciencia (la de Glaxo, claro)
y que te de por suicidarte.
La historia de la paroxetina y el suicidio es antigua. Como cuento en mi
primer libro, Traficantes de
salud, hace años Glaxo tuvo que indemnizar con 7.000.000 de euros a la familia de un enfermo estadounidense
que mató a su mujer, su hija y una nieta y luego se suicidó. El hombre llevaba
dos semanas consumiendo paroxetina y la Justicia determinó que el episodio
estabadirectamente relacionado con la ingesta del fármaco. La
noticia es del año 2001, cuando este antidepresivo comenzaba su funesto camino.
Un camino lleno de visitas a los tribunales de Justicia. Y es que la
paroxetina no sólo puede conducir a la muerte, también puede crear adicción. En Estados Unidos hace ya unos
cuantos años se presentaron 35 demandas contra GSK por ese motivo.
Los tribunales también han tenido que sentenciar, por cierto contra
GlaxoSmithKline, por el conflicto entre patentes y
genéricos. Desde el principio de su comercialización la paroxetina
ha registrado ventas anuales por encima de los 3.000
millones de dólares y por eso pronto otros laboratorios
quisieron sacar su versión de imitación.
Ineficaz, mortal, adictivo pero muy
rentable.
http://www.migueljara.com/2015/09/22/el-manual-de-la-farmaceutica-glaxosmithkline-para-ocultar-suicidios-por-antidepresivos/
No veo ninguna referencia documentada que avale lo arriba escrito .
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