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martes, 23 de agosto de 2016

El caos colectivo del desastre inminente. Ra Station Club. 22

 


El caos colectivo del desastre inminente. 





A petición de un lector haremos un repaso de los fines del mundo que ya existieron, de los que quizás vengan a ejercer un cambio global que más que esperar, pareciese esté aquí ya.

Primero es necesario hablar de la conciencia colectiva: "la noción de conciencia colectiva se refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad. La conciencia colectiva es una estado común en una especie o especies en un sistema de vida semejante. No podemos afirmar que vivamos en un holograma pero todo indica que si, no podemos afirmar que fuimos creados por dioses, pero hay evidencias de algo parecido. No podemos afirmar que en la Tierra hubiera habido otras civilizaciones colapsadas pero, hay indicios de ello. No podemos afirmar que seamos divinos  y únicos pero si complejos y rodeados de cierto misterio existencial. No podemos afirmar que hay un cambio planetario pero pruebas más que suficientes hay para sospechar que SI, y más que sospechar, abrir los ojos y comparar la Tierra de hace 500 años, 200, 100, 50 y la de ahora. Técnicamente en superficie no es la misma Tierra ni los mismos océanos, ni las mismas sociedades ni los mismos parámetros de percepción, lo único que queda son los instintos más primarios como comer, dormir y reproducirnos,  el resto del decorado y datos..., han cambiado drásticamente.

Todo cambia, y el mundo que conocíamos hace cien años, ahora es diferente.

Amén de estos cambios evidentes, existe la consciencia colectiva del desastre, como si estuviera impreso en nuestros códigos celulares a fuego y agua como el buen acero, muchos esperan, esperamos un cambio desde hace tiempo, nuestros antepasados percibieron cambios inminentes, se escribió hasta la saciedad sobre este tema pero, los cambios son como los colores del arcoíris, son distintos colores pero están juntos todos y la línea de separación es tenue y degradada. No esperemos algo de repente, el uno va delante del dos y el dos delante del tres, simple y orgánicamente.

Con esto queremos afirmar que el cambio es constante y abrupto, y que la mente colectiva en todos los tiempos ha esperado el apocalípsis como parte intrínseca de nosotros mismos. El instinto de supervivencia colectiva nos prepara en toda época y tiempo para un futuro incierto, la historia está llena de relatos. Quizás sean reminiscencias de pasados reales.

Pero es curioso observar: como en las franjas sociales más acomodadas esto no sucede, el amor por el bien estar, las propiedades, el culto al ego no permiten ver ni sentir ese código apocalíptico que supuestamente está impreso en todos nosotros, con lo que debemos afirmar que el sentimiento de cambio catastrófico está relacionado con la conducta mental de quien lo padece, o de la conducta mental de cierto colectivo muy determinado.

Hay pruebas suficientes de un suicidio masivo y progresivo, pruebas hay de ello muchas y diarias.

Hay pruebas suficientes de que en  cuarenta años más, la población mundial alcanzara la cifra de 21 mil millones de almas todas juntas y revueltas. Números insostenibles..., ¿y qué hace la Madre Tierra cuando hay excedentes?: acciona su sistema de supervivencia como cualquier ser grande o pequeño en el Universo y realidades conocidas.

No hay duda de que algo va a cambiar, pero probablemente sea como los colores del arcoíris, cambia de color pero no de arco, y los cambios son tenues y degradados.

Hay algunas amenazas reales en la conciencia colectiva;

1º La realidad atómica.
2º La realidad climática.
3º La realidad espacial.
4º La realidad vírica.
5º La realidad tóxica.

Y hay numerosas amenazas creadas para alimentar el miedo colectivo

1º Planeta X
2º Crisis económica.
3º Amenaza solar.
4º Amenaza extraterrestre.
5º Amenaza bélica.
6º Amenaza laboral.

Todos cumplen su función del pánico o terror de no vivir o perder lo poco que nos dejaron con derecho a ser y tener o utilizar; Sino obedece le quitaremos su casa, su coche y a sus hijos. Si pierde su trabajo todo esto lo perderá, sea sumiso y trabaje sin protestar porque hay muchos semejantes o máquinas que desean su pobreza.

El miedo es intrínseco en los sistemas gubernamentales: la tortura, la cárcel, la ruina, el hambre, el frío o la soledad están instaladas en nuestro subconsciente más activo y tóxico para impedir la libertad de la consciencia universal.

Sin embargo..., si miente, escasea de escrúpulos y conciencia su premio serán grandes mansiones, ropa y alimentos que derrochar, usted será brillante y aparecerá como elegido de los dioses.

El mundo al revés, ¿quién diseño esto?, este sistema en el que vivimos no es normal, ni coherente ni humano ni nada que se le parezca. Ahí está la llave de todo este enredo, ¿quién diseña todo esto?, aleatorio no es. Ese sistema crea realidades que quieren que creamos.

El ser humano tiene una capacidad para adaptarse y olvidar el pasado asombrosa, ellos lo saben y estrujan cualquier principio básico con deslumbrantes cantos de sirena hasta el punto de sedar la mente colectiva e hipnotizar nuestras realidades más comunes, orgánicas y naturales con sistemas de neuromarketing. Bien y mucho invierten en descifrar los puntos débiles para introducir esa orden o mandato del mismo señor del dinero, ven a mi y te daré la gloria canta este dios moderno y poderoso....y nuestro subconsciente escucha y obedece, si, sin lugar a dudas.

Hipnotizados, aterrados y amenazados llegamos al punto de partida. ¿Cambio?, el cambio es ahora!

 Amenazas....., varias y de diferentes tipos, unas creadas y otras reales pero no se puede dejar de vivir, de sentir, de sonreír porque sea en esta o en otra vida, todo se reduce a una dulce sonrisa, respire querido amigo, sino respira no tendrá vida ni en esta, ni en las siguientes.

Si viene algo que venga pero no dejemos de vivir.

OlmO

RA   STATION   CLUB

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